lunes, 28 de septiembre de 2015

Galanes: sobre gustos no hay nada escrito (… o si, como esta clasificación) - (Entrega III de VI)

11. El hijo de mamá

El hijo de mamá es un partidazo con todas las letras: atractivo, educado, ordenadamente convencional pero equilibradamente cariñoso, hasta que descubrís que es un hijo de mamá, y podés explicar de una vez por todas el motivo de su soltería.

Por lo general pero no excluyentemente, único hijo o el varón más chico, el hijo de mamá puede vivir con su madre o no, pero de manera permanente y de por vida, andará atado a ella por un lazo invisible que sin querer queriendo estrangulará cualquier relación adulta que el joven quiere iniciar con una mujer, salvo que la elegida sea de armas llevar, tome el toro por las astas, y libere al dócil varón de ese cordón umbilical contra natura que no le permite el normal desarrollo de sus ciclos vitales.

Si el ejemplar vive todavía con su progenitora, él no usará despertador porque descansará en la puntualidad y dulzura de su madre para levantarlo a tiempo justo de un buen dormir. Ésta le hará el desayuno de acuerdo a sus gustos y disposiciones precisas (ejemplo, café Dolca batido con una lágrima de leche y dos cucharadas y media de azúcar, dos tostadas con manteca medianas y un jugo de naranja recién exprimido) y se lo llevará a la cama como el primer mimo del día. Ante algún evento especial que requiera alguna vestimenta específica,  él dejará librado su atuendo a su consejo, y en el normal de los días, será ella quien le busque o planche tal o cual camisa, si éste no la encuentra a disponibilidad. Si no vive con ella, el hijo de mamá comienza el día recién cuando habla por teléfono con su madre, quien le preguntará si le gustó la tarta que cenó anoche, que ella ha preparado con tanto amor, al igual que todos los menúes con que le provee el freezer, no vaya a ser que Fulanito sufra las penurias del hambre, acostumbrado sólo a comida casera y de su autoría.

Los hijos de mamá desarrollan a lo largo de su vida una serie de síntomas inconfundibles, que nos hacen distinguirlos entre el resto de los hombres. Difícilmente luego podrán superar esas limitaciones, por lo que quien los acepte como pareja, tendrán que aprender a convivir con algunos de estos vicios que ellos arrastran desde el comienzo de sus días.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Galanes: sobre gustos no hay nada escrito (… o si, como esta clasificación) - (Entrega II de VI)

6. El castrador

Este tipo de hombre del cual sorprendentemente muchas mujeres se enamoran, comienza a tejer su poder primero con una caballerosidad extrema, digna de la época de las hadas y doncellas, lo que conquista a más de alguna desapercibida que pasa a sentirse de repente la reencarnación de alguna princesa europea del Siglo XV. Se pasa horas tratando de autoconvencerte que sos la mujer más linda que pisó este universo, lo que aceptás engreída por la sobredosis de alimentación que viene recibiendo tu autoestima, aunque todavía no podés explicar porque nadie vio lo mismo que a este hombre deslumbró en los treinta años que venís protagonizando tu existencia.

Te ahoga a regalos y hace realidad todos tus deseos y caprichos, lo que disfrutás con ánimo de niña sorprendida. Sospechás que te tratan con más cuidado y condescendencia que a la Virgen María, no dejándote hacer nada por vos misma: te llevan y te traen a todos lados con tal de que no te pongas en el masculino esfuerzo de manejar, el que amagues con pagar es tomado como una grave ofensa y cuando avanzan en la relación te confiesa que su sueño es trabajar incansablemente para que vos, su frágil mujer, no tenga que hacerle frente a las terribles adversidades del mundo moderno. Tales ofertas, más que atractivas para la agotada agenda de la mujer actual, que a simple lectura lejos están de ser negativas por sí mismas, se convierten en una trampa mortal, cuando un avance de las comodidades que ofrece el cortejador se traducen en limitaciones reales en la libertad de la enamorada.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Galanes: sobre gustos no hay nada escrito (… o si, como esta clasificación) - (Entrega I de VI)


En este amplio y generoso mundo, hay hombres para todos los gustos, colores, tamaños, mambos, necesidades, complejos y  exigencias.
Aquí se intenta hacer un recorrido por alguno de las tantas y pintorescas variedades de este tan ecléctico mundo masculino, que nos roba sonrisas, carcajadas, lágrimas y suspiros, depende la ocasión.

1. El mejor amigo
Hay dos variedades para este género de hombre: el mejor amigo no deseado y el mejor amigo híper deseado.

El mejor amigo no deseado: Hay muchos tipos que nacieron con el porte para mejor amigo y morirán con ese karma. Son divinos, le caen bien a tu papá, nos hacen favores ridículos, siempre están dispuestos a rescatarnos, y racionalmente son el mejor partido que pudiéramos conseguir, pero por más de que lo intentemos y le demos vueltas al asunto, nunca nos van a gustar.
A ellos llamamos cuando estamos aburridas y con ganas de levantarnos el ego, cuando te dejaron plantada, cuando no tenés otro programa, y aunque sospeches que su intención excede la de la amistad, porque de vez en cuando lo insinúan, vos te hacés la que no entendés nada, y todo sigue como si nada. Para tu casamiento, justo se les pincha la goma del auto y no pueden acompañarte en tu gran día, aunque en tu interior lo agradeces, porque ya te había atacado el fantasma de que iba a hacer una escena, por primera vez en su vida, aunque ya fuera tarde. 

El mejor amigo híper deseado: Desde que lo viste estás enamorada de él y juraste que si no era para vos, al menos lo compartirías. Les encanta estar juntos y él te quiere a su manera, pero con hora de vencimiento, porque a la noche siempre tiene una cita mejor.  Lo llamás a las doce para su cumpleaños, le hacés la torta y le llevás los pantalones a que les hagan el ruedo. Conocés a toda su familia y los querés como propios, aunque hace ya años dejaron de verte como una candidata, más bien te consideran una especie de secretaria personal del galán .
Tenés mas que asumido que no te quiere para mujer, sin embargo priorizás a él sobre todas las cosas, a pesar de los consejos de tus amigas, que a gritos te piden le dés una patada en el culo al hombrecito déspota. Por tu constancia y poco amor propio, llegás a ser una amenaza para las novias que le van apareciendo, hasta que las muy hijas de puta te empiezan a ver como a una inofensiva hermanita menor, que es cuando por dignidad te replegás e intentás armarte una vida, o sobre todo conseguirte un novio, y cuando estás empezando a lograrlo, seguro te llama contándote que todo con la otra terminó. Y así pasan los años, y sin embargo vos seguís fantaseando con que algún día, cuando esté casado y vos ya tengas nietas, te va a citar en una café para decirte que vos siempre fuiste el amor de su vida, aunque haga quince años que no te lo cruzas por la calle.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Filialidades y fidelidades: 30 tipos de amigas que todas tenemos (Entrega final VI de VI)

26. La amiga Barbie bondad

Ella es una mezcla perfecta entre la famosa rubia muñeca articulada y Heidi. De la Barbie tiene la elegancia, la flacura, el estar a la moda, un cuerpo escultural con o sin operaciones pero casi perfecto al final de cuentas; está siempre peinada, con el cutis radiante y con las uñas en condición. Con Heidi, aquella pobre pastorcita de la televisión de antaño que era el objetivo predilecto del bullying de toda la campiña suiza,  comparte su bondad y su fragilidad, pero sobre todo su inocencia.

Lo que tiene de lomo lo tiene de ingenua, y esa extraña mezcla deja medio en offside al sexo masculino, que cree estar al frente de una reverenda yegua pero de charlarla un rato se dan cuenta que más que una femme fatale, están hablando con alguien tan aburrido como su madre, pero envuelta en un disfraz de gatubela. De chica, quería ser amiga de todos, mientras los varones se inventaban problemas que sollozarle recostados en su pecho sabor a vainilla, a los que ella escuchaba atenta o le encantaba sentarse en la falda de sus amigos con tal de escucharlos mejor. Cuando las sobre estimuladas hormonas de los chicos los hacían reaccionar, ella se enojaba ofendida, culpándolos de no recibir con el mismo envión su gratuita amistad. 

Con los años, sigue tan buena pero también tan inocente, lo que en el grupo se vive casi como una discapacidad, con la que se permiten varias concesiones. Al  cumpleaños de un año de tu hijo en el campo cae en body y microshort, con sus tetas recién hechas con orgullo de nuevo producto en góndola, aunque la consigna era un evento relajado, y vos por hacerte la cool ni te sacaste las zapatillas. Y a pesar de que tu marido y todos sus amigos nunca recordarán en sus memorias ese día como el aniversario del natalicio de tu primogénito, sino el día de la paja colectiva con tu amiga en versión soft porn, vos se la dejás pasar. Cuando con todo el sacrificio vas al casamiento de una amiga a un mes después de parir, con el chico a cuestas, las pocas veces que podés volver a la pista después de dar de mamar, ahí está tu amiga barbie bailando con tu marido en el medio del baile, ella despampanante casi en pelotas vestida para matar porque acaba de cortar con el novio y anda de levante, pero no sabés porque razón es justo a tu esposo al que le hace el bailecito, lo que no parece ponerla incómoda, porque ante tu retorno sigue como si nada.